miércoles, 11 de marzo de 2020

Otro día más sin ti.

Otro día más.

Otro día más que el sol se apaga entre mis ojos tristes.
Otro día más que mis lágrimas ahogan el alma. 
Otro día más que aprieta el nudo de mi garganta.
Otro día más que mi corazón se debilita.
Otro día más que mi sonrisa cae al son de mis párpados. 
Otro día más que mis oídos no logran escuchar.
Otro día más que me disperso en tu recuerdo. 

... Otro día más... Sin ti. 

Te fallé... Y me dolió.

Y se fue.

Mi tiempo ya no era solo para ella.
Yo sabía que no debía hacerlo así.
No me gustaba.
Fallarte me dolía.

Ella creyó que podía volar sólo.
Pero la realidad era que no.
Sólo la necesitaba a ella para poder volver a mi calma, mi paz, mi sonrisa...

Mi vida.

No lo demostré.

Te fallé, .. Y eso dolió.

Y se fue.

La recta final

El reloj se encendió.

Sonó el despertador y corrí.

Había poco tiempo pero siempre rezaba para que hubiesen 5 minutos más.

Pero el tiempo no espera... 

Y entre una larga lucha y un corto tiempo, 
Sólo quedaban unas pocas horas para volver a dormir  

Se apagó la luz.

Buenas noches. - dije- Ya es la hora. Descansa. Descansa para siempre. 

lunes, 9 de marzo de 2020

Despedida

Cuando el frío invierno llega y tu alma queda vacía.
No es invierno, es sólo el frio que su falta producía.

Cegado por la tristeza, derrumbado por la oscuridad.
Se alimentaba de pena, la misma pena que causaba su dolor y eso era lo único que podía mantener.

Dando tumbos sin rumbo. Comisuras bajadas, arrastraba sus zapatos.
El cuerpo pesaba, pesaba la penuria dejando su cuerpo desnudo, blando y débil...

Y así se marchitó.
Así se apagó el foco que encendía su luz.

Triste caía la llama apagada, las lágrimas que sostenía...
Y su retina se ahogaba. Su pecho cada vez se encogía más y solo tenía recuerdos en su cabeza.

Su viva imagen dolía recordar.
Su dolor dolía conocer.

Y así siguió, ocultando gestos que las facciones no mostraban, engañando miradas que de lejos gritaban.

... Y así se apagó... Débil. Lento.

No emitió un solo sonido. No movió un solo dedo.
Y quieto, sin llamar atención...

Así fue como bajó el telón.