lunes, 9 de marzo de 2020

Despedida

Cuando el frío invierno llega y tu alma queda vacía.
No es invierno, es sólo el frio que su falta producía.

Cegado por la tristeza, derrumbado por la oscuridad.
Se alimentaba de pena, la misma pena que causaba su dolor y eso era lo único que podía mantener.

Dando tumbos sin rumbo. Comisuras bajadas, arrastraba sus zapatos.
El cuerpo pesaba, pesaba la penuria dejando su cuerpo desnudo, blando y débil...

Y así se marchitó.
Así se apagó el foco que encendía su luz.

Triste caía la llama apagada, las lágrimas que sostenía...
Y su retina se ahogaba. Su pecho cada vez se encogía más y solo tenía recuerdos en su cabeza.

Su viva imagen dolía recordar.
Su dolor dolía conocer.

Y así siguió, ocultando gestos que las facciones no mostraban, engañando miradas que de lejos gritaban.

... Y así se apagó... Débil. Lento.

No emitió un solo sonido. No movió un solo dedo.
Y quieto, sin llamar atención...

Así fue como bajó el telón.

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